policia con un coche detrás después de redactar un atestado clave para reclamar una indemnización

Casos en los que el atestado fue clave para ganar una reclamación tras un accidente de tráfico

 

Cuando ocurre un accidente de tráfico, el primer instinto es preocuparse por la salud de los implicados. Pero una vez pasado el susto inicial, comienza el proceso legal y administrativo. En ese escenario, el atestado policial cobra un valor fundamental. No solo recoge los hechos, sino que puede ser decisivo para que una reclamación prospere y se obtenga una indemnización por daños justa.

 

En este artículo analizamos varios casos en los que el atestado fue clave para que las víctimas pudieran ganar su reclamación de indemnización frente a las aseguradoras o incluso en juicio. A través de estos ejemplos entenderás por qué este documento puede ser el mejor aliado para hacer valer tu derecho a reclamar tras un accidente.

 

El valor probatorio del atestado policial

 

El atestado es un documento redactado por los agentes de tráfico (Policía, Guardia Civil o Mossos) que acuden al lugar del accidente. Contiene información objetiva y detallada: ubicación del siniestro, circunstancias, posibles causas, declaraciones de implicados y testigos, pruebas gráficas, huellas de frenado, posición final de los vehículos y daños observados.

 

Es una herramienta clave porque sirve como prueba neutral en un conflicto donde cada parte suele defender su propia versión. Ante una aseguradora que intenta reducir o negar una compensación, el atestado puede inclinar la balanza en favor de la víctima.

 

Caso 1: El ciclista invisible

 

Carlos circulaba en bicicleta por un carril habilitado cuando un vehículo giró sin señalizar y lo arrolló. El conductor alegó que “no lo vio” y que Carlos venía “demasiado rápido”. Sin testigos presenciales, parecía un caso difícil.

 

Sin embargo, el atestado policial reveló marcas de frenado, ubicación de la bicicleta y daños frontales en el coche. Los agentes concluyeron que el ciclista tenía preferencia y que el conductor no respetó la señalización. Esto permitió a Carlos reclamar una indemnización de más de 12.000 €, que cubrió cirugía en el hombro, pérdida de ingresos como repartidor y daños materiales en la bici y su móvil.

 

Caso 2: Colisión en glorieta con versiones opuestas

 

Ana y Sergio chocaron en una rotonda. Ambos aseguraban tener la prioridad. Las compañías de seguros ofrecieron cantidades mínimas por los daños y ninguno asumía responsabilidad.

 

Fue el atestado policial, con fotografías tomadas por los agentes y un análisis técnico del siniestro, el que resolvió el conflicto: Sergio había cambiado de carril sin señalizar ni asegurarse, invadiendo el carril por el que circulaba Ana. Esto no solo permitió a Ana obtener una indemnización por daños materiales de 3.500 €, sino también cubrir su baja médica de 18 días.

 

Caso 3: Accidente múltiple y responsabilidad compartida

 

Un accidente en cadena en una autovía dejó varios vehículos implicados. Raúl, el tercero en la fila, sufrió daños severos en su coche y una contusión cervical. El problema: su aseguradora quería pagarle solo el 50% de la reparación alegando “culpa compartida”.

 

Gracias al atestado, que analizó con detalle las distancias de frenado, velocidad estimada y cronología del impacto, se estableció que el vehículo que causó el primer choque fue el principal responsable. Raúl pudo así reclamar una indemnización completa de más de 9.000 €, incluyendo reparación, días de baja y secuelas.

 

¿Por qué el atestado es tan decisivo?

 

Las compañías de seguros suelen apoyarse en el atestado para tomar decisiones sobre pagos y responsabilidades. Si este no existe, o está incompleto, es probable que la reclamación se complique. Sin un relato oficial de los hechos, la aseguradora puede alegar versiones contradictorias y reducir o negar la indemnización.

 

El atestado ayuda a:

  • Aportar un relato objetivo y técnico del accidente.

  • Determinar la responsabilidad (parcial o total).

  • Facilitar el cálculo de la indemnización por lesiones o daños materiales.

  • Refutar alegaciones falsas o imprecisas.

  • Apoyar la estrategia del abogado especializado en caso de juicio.

 

Factores que influyen en el éxito de una reclamación

Además del atestado, hay otros elementos que determinan si una reclamación prospera:

  • Existencia de testigos y su testimonio.

  • Fotografías del lugar del accidente.

  • Informes médicos detallados.

  • Pérdida económica demostrable (por ejemplo, dejar de trabajar tras el accidente).

  • Actuación rápida: llamar a la policía, acudir a urgencias y contactar a un abogado.

 

Tipos de indemnización que se pueden reclamar

Cuando se ha sufrido un accidente de tráfico, las víctimas tienen derecho a varios tipos de compensación, en función del daño sufrido:

  • Indemnización por daños personales: lesiones temporales, secuelas, dolor físico y psicológico.

  • Indemnización por daños materiales: reparación del vehículo, objetos dañados, ropa, dispositivos electrónicos.

  • Lucro cesante: ingresos que se dejaron de percibir por estar de baja o perder contratos laborales.

  • Gastos médicos: tratamientos privados, fisioterapia, medicamentos.

  • Indemnización moral: cuando el accidente deja secuelas emocionales graves.

En algunos casos graves, puede reclamarse una compensación que alcanza las 42 mensualidades si las secuelas afectan gravemente la vida laboral y personal de la víctima.

 

¿Qué hacer para asegurar un buen atestado?

 

Aunque depende de los agentes, hay algunas recomendaciones prácticas:

 

  1. Llamar siempre a la policía, incluso si el otro conductor propone “arreglarlo entre nosotros”.

  2. Colaborar con los agentes, pero evitar admitir culpa sin saber las consecuencias legales.

  3. Aportar datos de testigos, grabaciones, fotos del lugar o vehículos.

  4. Pedir una copia o número de referencia del atestado para el seguimiento posterior.

  5. Acudir a un abogado especializado cuanto antes.

Estos casos demuestran que el atestado policial no es un simple trámite: es una herramienta clave para proteger tus derechos tras un accidente de tráfico. Es el documento que puede marcar la diferencia entre una reclamación fallida o una indemnización por daños justa y proporcional.

 

Frente a una compañía de seguros que puede poner trabas, tener el respaldo de un atestado bien elaborado y la orientación de un abogado especializado puede aumentar significativamente tus probabilidades de éxito.

 

Así que recuerda: si sufres un accidente, no minimices el valor del atestado. Es tu primera línea de defensa para reclamar lo que te corresponde. Tu salud, tu vehículo y tu economía merecen respaldo legal y pruebas sólidas.

 

En TuAtestado, entendemos la importancia de contar con una documentación precisa y te ayudamos a gestionar todo el proceso de manera ágil y efectiva. Si necesitas más información o asesoramiento, no dudes en contactarnos. 

 

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